Unos hermanos gemelos desaparecieron en las Montañas Rocosas y diez años después, unos campistas descubrieron su mochila abandonada con una nota escalofriante en su interior…

A pesar de las temperaturas anormalmente altas de Colorado durante el verano de 2015, los gemelos de 15 años Jason y Ryan McConnell insistieron en que sus padres pudieran hacer una excursión de campamento al Parque Nacional de las Montañas Rocosas.

Eran inseparables: atléticos, audaces, pero algo irresponsables. Sus padres accedieron con vacilación después de que los chicos les aseguraran que se mantendrían cerca de los senderos claramente demarcados. El 14 de julio, partieron con dos compañeros para dar un breve paseo, mientras que el resto del grupo de acampada se quedó. Solo Jason y Ryan no regresaron. Los equipos de búsqueda y rescate se enviaron en cuestión de horas. Una multitud de voluntarios registró los bosques con perros, helicópteros inspeccionaron las crestas y buzos examinaron los lagos. Los investigadores estaban perplejos por la total falta de pruebas: ni ropa, ni ramas rotas, ni equipo, nada. Los gemelos parecían haberse desviado del sendero y desaparecido por completo.

El caso McConnell rápidamente cosechó atención nacional. Los medios de comunicación transmitieron entrevistas con padres angustiados, mientras que los expertos conjeturaron sobre ataques de animales, secuestros o percances en entornos peligrosos. Sin embargo, después de varios meses, la búsqueda se interrumpió. El informe oficial clasificó el caso como una “desaparición sin resolver”. Para la familia, la existencia se paralizó ese verano. El padre de los gemelos, un bombero de carrera, caminaba anualmente por las Montañas Rocosas en el aniversario de su desaparición, albergando una tenue esperanza. Su madre cesó todas las actividades de campamento. Los amigos de los niños soportaron la agonía en silencio, cada uno atormentado por las posibilidades de lo que podría haber sucedido. Paquetes de vacaciones familiares El tiempo avanzó. El caso fue referenciado periódicamente en podcasts de crímenes reales, generalmente categorizado junto con otras desapariciones en la naturaleza.

 

Para 2025, solo los residentes recordaban a los hermanos McConnell. A finales de agosto, un grupo de jóvenes campistas de Denver descubrió un objeto parcialmente oculto entre agujas de pino, junto a una ruta de caza poco transitada. La mochila estaba desgastada, descolorida, pero intacta. Al abrirla, descubrieron otras pertenencias menores: una linterna anticuada, una navaja corroída y una hoja de papel doblada dentro de una bolsa de plástico. La nota tenía una letra ilegible, marcada por temblores. La primera línea decía: “Si alguien descubre esto, estamos en peligro”. Por favor, informen a mamá y papá que intentamos regresar. El resto del mensaje estaba oculto, aunque una inquietante declaración seguía siendo legible: “Él desea que nos quedemos”. El hallazgo de la bolsa revitalizó la aplicación de la ley en Colorado. Tras una década de silencio, finalmente hubo pruebas concretas. Detectives de la Oficina del Sheriff del Condado de Larimer han reabierto el caso y la mochila ha sido sometida a análisis forense. La nota despertó una oleada de curiosidad. «No quiere que nos vayamos». ¿Quién era? Algunos especularon que se trataba de un secuestrador. Otros sostenían que podría haber sido una interpretación errónea y desesperada de la fauna silvestre, posiblemente un individuo territorial que encontraron en la selva. Los investigadores verificaron primero la autenticidad.

 

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