Una madre adopta a un niño que nadie quería, dos años después se da cuenta…
SER MADRE ADOPTIVA
Ayudar a los niños necesitados fue el sueño de toda la vida de Sara. La pareja acogió en su casa a tantos niños como fue posible. Sara y Stuart no podían creer que uno de estos niños adoptivos hubiera ocupado un lugar tan importante en sus vidas. Sara y Stuart no sólo habían ayudado a muchos niños, sino que también habían formado su propia familia. La pareja finalmente decidió dar marcha atrás en lo que habían acordado: iban a adoptar a Dayshawn también.
UNA DECISIÓN SABIA
Sara y Stuart decidieron hacer todo lo que estuviera a su alcance para reunir a Michael y Dayshawn para siempre. Mejor aún, querían intentar encontrar a sus padres biológicos. “Abogamos por la reunificación siempre que sea posible”, explicó Sara, “lo más hermoso de ser una familia de acogida es ver a los padres trabajar muy duro para recuperar a sus hijos. Es un privilegio acompañar a estos padres a través de esta experiencia y poder apoyarlos en todo lo posible”. “La gente siempre dice: ‘Oh, nunca podría ser un padre adoptivo’. Me encariñaría demasiado con los niños y me entristecería verlos irse a casa”… y es verdad. Es difícil. Lloro cada vez que un niño se va”, continuó la madre adoptiva. “Sin embargo, la reunificación es un momento magnífico. Somos muy afortunados de tener muy buenas relaciones con muchos de los padres de nuestros hijos adoptados. »
UNA NUEVA VIDA
Después de reflexionar durante mucho tiempo sobre la idea de acoger al joven Dayshawn, la pareja decidió hacer una excepción a su plan original. Reunir a los dos hermanos y asegurar su futuro era más importante que la edad de Dayshawn. Aunque nunca planeó darle la bienvenida a un niño mayor, reunir a los dos niños hizo que Sara se diera cuenta de la importancia de tener a Dayshawn en casa. Entonces, Sara y Stuart tomaron la decisión más importante de sus vidas: decidieron comenzar el proceso de adopción oficial de Michael y Dayshawn.
continúa en la página siguiente