Una madre adopta a un niño que nadie quería, dos años después se da cuenta…
ROMPER ESTEREOTIPOS
Cuanto más tiempo pasaba Sara con Dayshawn, más sabía que él no era como los demás: “Dayshawn rompe todos los estereotipos sobre los adolescentes en hogares de acogida. Es la persona más empática y compasiva que he conocido”, dijo Sara. Dayshawn se llevaba bien con todos los que conocía: “Es muy sociable”, continúa la madre anfitriona, “Además, trabaja muy duro en la escuela y es muy divertido. Quiere ser jugador de baloncesto, médico o trabajador social cuando sea mayor”.
EL DILEMA DE LA ADOPCIÓN
Aunque Sara y Stuart cuidaron a Michael y Dayshawn como si fueran sus propios hijos, la adopción no era una prioridad para ellos. Al menos eso es lo que creían en ese momento: “Nos convertimos en padres adoptivos porque queríamos ayudar a las familias de nuestra comunidad. La adopción no era nuestro objetivo principal, aunque estábamos abiertos a la posibilidad”, explicó Sara. Sara y Stuart se han ganado la reputación de ser padres adoptivos que harán cualquier cosa para ayudar a un niño, sin importar la situación. Durante su experiencia habían brindado todo su amor y apoyo a muchos niños que estaban pasando por momentos difíciles.
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