Imagínese morder una piadina caliente y crujiente, recién frita y llena de los intensos sabores de las cebollas verdes y las espinacas. Este pan plano sin horno captura el placer de cocinar de forma sencilla y abundante, transformando los ingredientes cotidianos en un plato que es a la vez satisfactorio e increíblemente versátil. Ya sea que se sirva junto con una sopa, como parte de un brunch o se disfrute solo con una salsa, este pan plano promete un sabor y una textura deliciosos.
La belleza de esta receta radica en su sencillez y el encanto rústico que aporta a la mesa. Es un ejemplo perfecto de cómo unos ingredientes mínimos, cuando se usan con cuidado, pueden crear un plato que parezca gourmet. La combinación del delicado bocado de la cebolla verde y la sutil terrosidad de las espinacas dobladas en una corteza dorada y mantecosa ofrece un atractivo irresistible. Ideal para quienes buscan una comida rápida pero sabrosa, invita a todos a arremangarse y disfrutar del proceso de elaboración del pan desde cero.
Receta completa:
Ingredientes:
300 mililitros de agua tibia (1 1/2 tazas, usando una taza de 200 ml)
1 cucharadita de sal (7 gramos)
1 huevo
550 gramos de harina (4 1/5 tazas, usando una taza de 200 ml)
40 gramos de cebolletas picadas
50 gramos de espinacas picadas
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de hojuelas de chile
100 gramos de
Instrucciones de mantequilla :
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