Paso 2: Separar los huevos:
Separar con cuidado las yemas de las claras.
Coloque las yemas de huevo en un tazón grande y reserve las claras en un recipiente aparte.
Paso 3: Mezclar las yemas de huevo y el azúcar:
Batir las yemas de huevo con el azúcar granulada y el extracto de vainilla hasta obtener una mezcla ligera y cremosa.
Vierta la mantequilla derretida y mezcle hasta que quede suave.
Paso 4: Agrega la harina y la leche:
Tamiza la harina gradualmente mientras continúas mezclando.
Añade lentamente la leche tibia, batiendo suavemente para evitar grumos y obtener una mezcla homogénea.
Paso 5: Batir las claras de huevo:
Batir las claras de huevo con una pizca de sal hasta que se formen picos firmes.
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