La tarta griega es un postre típico de la ciudad de Mantua. El nombre parece derivar del hecho de que fue introducido por primera vez en la capital lombarda a principios del siglo XIX por un pastelero judío originario de Tesalónica. Un postre de aparador perfecto para servir como snack, junto con una infusión o un chocolate caliente, para disfrutar en el desayuno o para llevar a la mesa como delicioso final de una comida.
Para prepararlo basta con trabajar la mantequilla con el azúcar, los huevos, la harina y la levadura, enriquecer la masa obtenida con almendras picadas y galletas amaretti, y una gota de licor, y verter todo sobre una base de hojaldre. El horneado hará el resto, obteniendo un bizcocho muy aromático, quebradizo y suave al mismo tiempo, con una combinación de sabores y aromas realmente irresistible.
Nosotros utilizamos galletas amaretti enteras como guarnición, pero si queréis, una vez frías, podéis espolvorear el bizcocho con azúcar glas, o decorarlo con almendras laminadas o nueces picadas.
Para una variante más ligera puedes sustituir la mantequilla por aceite de semillas o utilizar una brisée en lugar de la masa. Sea cual sea tu elección, cuando forres el molde recuerda dejar que la masa salga del molde: de esta forma podrás doblarla fácilmente sobre el relleno y el resultado será impecable. Aquí optamos por licor de amaretto, pero alternativamente se le puede añadir ron o, si la preparación está destinada a los más pequeños de la casa, la misma cantidad de leche.
Descubre cómo preparar la tarta griega de Mantua siguiendo el procedimiento y los consejos paso a paso. Si te gustó esta receta, prueba otras especialidades de Mantua como la sbrisolona o el bussolano.
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