Es el tipo de detalle que notas sin prestar mucha atención. Una pequeña hebilla, justo ahí, entre los omóplatos, en ciertas camisas abotonadas. ¿Te has preguntado alguna vez para qué podría usarse? No, no es puramente decorativa. Y su historia es mucho más interesante de lo que crees. ¿Listos para un pequeño viaje a través del tiempo y la moda?
Un ingenioso invento nacido… en mar abierto

Todo empezó a principios del siglo XX, en los barcos de la Armada estadounidense. Imagínense: marineros viviendo en espacios muy reducidos , donde cada centímetro contaba. Sin armarios prácticos ni amplios . Para evitar que sus camisas se arrastraran por el suelo o acabaran arrugadas en un rincón, se desarrolló un ingenioso truco: una pequeña presilla cosida en la espalda. Simplemente permitía colgar la camisa en un gancho en la taquilla, como se cuelga un abrigo en el pasillo.
Este sistema, tan sencillo como eficaz, incluso tenía un nombre: el “bucle de taquilla” . Y como suele ocurrir, son las soluciones prácticas las que resultan atractivas mucho más allá de su uso inicial.
De las taquillas marinas a los campus con estilo: el bucle se está poniendo de moda

En la década de 1950, un viento de cambio soplaba en la moda masculina. Llegó a los campus de las universidades de la Ivy League en Estados Unidos. Allí, los estudiantes más destacados adoptaron con entusiasmo este pequeño detalle. Para ellos, la hebilla se convirtió en un signo distintivo, un símbolo de un estilo a la vez pulcro y casual, en perfecta sintonía con el espíritu “preppy” que estaba de moda en aquel entonces.
Mejor aún, el lazo se convierte en un pequeño lenguaje codificado. Se rumoreaba que un estudiante que se quitó el lazo de la camisa demostró que tenía una relación; en otras palabras, que estaba más “dispuesto” a coquetear. Sí, ¡incluso la moda a veces tiene sus pequeñas declaraciones románticas ocultas!
¿Para qué se utiliza hoy en día?
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