Hay algo intrínsecamente satisfactorio en hornear tu propio pan, especialmente cuando sale cálido y atractivo del horno. Hoy, estoy encantado de presentarles una receta que no solo es un deleite para los sentidos sino también una fuente inagotable de nutrición. Imagínese un pan tan lleno de nueces y semillas que cada bocado cruje con beneficios para la salud. Este pan sin harina ni levadura, horneado en tarros, es un tesoro de bondades para el cuerpo y el alma.
Reúna sus ingredientes:
100 g de semillas de girasol
50 g de semillas de calabaza
50 g de semillas de sésamo
30 g de nueces, ligeramente picadas
30 g de avellanas
60 g de linaza
20 g de semillas de chía
20 g de cáscara de psyllium
200 g de copos de avena
1 cucharadita de sal
1 lata (380 g) de judías blancas, escurridas y enjuagadas
170ml de agua
30ml de aceite vegetal, más un poco más para engrasar
Horneemos un pan: