Mezcle los ingredientes secos: combine todas las semillas, nueces, avena y sal en un tazón grande. Revuelva bien para asegurar una distribución uniforme.
Licuar los frijoles: En una licuadora, haga puré los frijoles blancos con agua y aceite vegetal hasta que quede suave. Esta mezcla agregará humedad y actuará como aglutinante, dándole al pan una textura perfecta.
Combinar: Vierta la mezcla de frijoles en el tazón con los ingredientes secos. Revuelva bien hasta que la masa esté espesa pero manejable.
Prepare sus frascos: engrase ligeramente el interior de los frascos de cuello ancho para que el pan sea más fácil de sacar después de hornearlo. Llene los frascos hasta dos tercios de su capacidad con la masa.
Hornea a la perfección: Precalienta tu horno a 200°C. Deje reposar los frascos llenos durante unos 20 minutos, luego hornee durante 60-70 minutos, o hasta que al introducir un palillo salga limpio y la parte superior esté dorada.
Disfruta tu creación: deja enfriar el pan antes de sacarlo de los frascos. Si es necesario, pasa un cuchillo por el interior para aflojarlo.
Una receta que vale la pena compartir:
Este pan de tarro lleno de semillas y nueces va más allá de un simple proyecto de horneado; es un viaje hacia la elaboración de alimentos deliciosos y nutritivos. Cada ingrediente, desde las semillas ricas en fibra y la avena hasta las grasas saludables para el corazón de las nueces, se elige por sus beneficios para la salud. Ya sea que lo disfrutes tostado con aguacate o como acompañamiento crujiente de tu sopa favorita, este pan seguramente te impresionará.
Gracias por embarcarte en este viaje de repostería conmigo. Recuerde, el verdadero placer de cocinar no radica sólo en el sabroso resultado sino también en el amor y la dedicación que se infunden en cada paso. ¡Disfruta de tu creación saludable y feliz horneado!