Mi nuera me hizo pagar el papel higiénico, así que le di una lección que jamás olvidará.

Cada vez que cuido a mis nietos, mi nuera insiste en que pague el papel higiénico que uso. «¡Esto no es un hotel gratis!», me espetó una vez, mientras mi hijo permanecía en silencio a mi lado. Simplemente sonreí, le di el dinero y lo dejé pasar. Pero cuando se fueron de fin de semana, decidí hacer las cosas a mi manera.

Solo con fines ilustrativos

Ese viernes por la noche, pedí pizza para los niños y para mí, y luego programé la entrega de la compra completa: snacks, bebidas y todo lo que pudiéramos desear. Para cuando regresaron el domingo por la tarde, su nevera y despensa estaban repletas de comida fresca y de alta calidad, todo pagado por mí.

La cara que puso al abrir la nevera fue impagable. No solo había repuesto lo que habíamos comido, sino que había llenado la cocina con marcas de primera calidad y opciones orgánicas que ella nunca compra. Los niños estaban encantados, disfrutando de sus snacks favoritos, esos mismos que su madre siempre dice que son «demasiado caros».

Solo con fines ilustrativos

Mi hijo parecía avergonzado, pero no dijo nada. Y la verdad, ¿qué podía decir sin admitir lo ridículo que era todo? Los niños no paraban de darme las gracias y me preguntaron si lo volvería a hacer la próxima vez.

Continúa en la página siguiente

Leave a Comment