Hombre echa a patadas a una mujer embarazada – Historia del día

Un día, al sentir las patadas del bebé, la alegría de sus ojos hizo que me diera cuenta: Me estaba enamorando de él. Pero el miedo se introdujo en mi interior, ensombreciendo mi recién descubierta felicidad. ¿Podría alguien como Dave amar de verdad a una futura madre soltera con un pasado complicado?

Estos pensamientos me atormentaban y luchaba con la idea de confesarle mis sentimientos, temerosa de poner en peligro el precioso vínculo que habíamos construido.

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Imagen con fines ilustrativos | Fuente: YouTube/LOVEBUSTER

Durante una noche rutinaria de cazuela de pollo, Dave llegó del trabajo, sonriendo cansado. “Huele increíble”, me felicitó, colocando unos tulipanes sobre la mesa.

Mientras comíamos, elogió la comida. “Annabelle, esto está fenomenal. Me recuerda a la cocina de mi madre”.

Sentí calor recorriendo mi cuerpo ante sus palabras. Mientras hablábamos, nuestros recuerdos compartidos me hicieron atreverme. “Me alegro mucho de que te haya gustado, cariño”, dije, arrepintiéndome inmediatamente del desliz.

La reacción de Dave fue inmediata: su sonrisa vaciló. Nuestro agradable momento se hizo añicos y entré en pánico. “¿Dave? Yo… es sólo el cerebro del embarazo, lo siento” -tartamudeé, intentando aligerar el ambiente.

Volvió a intentar sonreír, pero se levantó de la mesa. “Delicioso, como siempre. Gracias”, dijo, abandonando bruscamente la habitación.

Imagen con fines ilustrativos | Fuente: YouTube/LOVEBUSTER

Los días siguientes estuvieron llenos de silencios incómodos. El comportamiento de Dave cambió; salía temprano y volvía tarde. Sus saludos eran breves, y sus ojos siempre evitaban los míos.

Una tarde, estaba acurrucada en el sofá, perdida en un mar de preocupación y autodesprecio, cuando un agudo timbre electrónico rompió el opresivo silencio.

Era una notificación del buzón de voz del teléfono de Dave, que yacía abandonado sobre la mesita.

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