¿Hay un momento en la vida en que un hombre ya no necesita a una mujer?

 

Es una pregunta ingeniosa, casi provocadora… y, sin embargo, plantea un verdadero problema. ¿En qué momento de su vida un hombre deja de buscar a una mujer por necesidad y se centra en una relación elegida, consciente y equilibrada? En el amor, como en la vida, todo es cuestión de evolución.

Amor: ya no es una necesidad, sino una elección

Durante generaciones, el lugar de la mujer en la vida del hombre se percibía a menudo como  central, incluso indispensable  : dirigía el hogar, cuidaba de él, representaba cierto éxito social… En resumen, venía a llenar un vacío. Pero hoy, esta visión se está desvaneciendo gradualmente.

Cada vez más hombres se dan cuenta de que la felicidad no reside en una presencia externa, sino en un equilibrio interior. Ya no necesitan a una mujer para sentirse completos.  Buscan una pareja, no una dependencia.

Y este cambio de perspectiva transforma profundamente su manera de amar.

La madurez emocional no depende de la edad

Este punto de inflexión no ocurre automáticamente a los 30 o 40. Suele ocurrir tras ciertas experiencias vitales: una gran historia de amor, una ruptura difícil o simplemente el paso del tiempo.  Muchos hombres lo experimentan entre los 50 y los 60, pero algunos lo alcanzan antes… o después.

Lo que está cambiando es su perspectiva sobre las relaciones.  Ha desaparecido la búsqueda de reconocimiento y la necesidad de “arreglarse “. En cambio, hay paz interior, serenidad y un deseo de relaciones sinceras, sin juegos ni apego excesivo.

 

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