Guardar ahora. La receta tiene 20 años y seguro que no has comido pasteles más sabrosos: suaves como una pelusa y muy sabrosos.

Coger 250 ml de leche, calentar un poco y verter en un bol. Añade 25 g de levadura fresca (o 10 g de levadura seca si lo prefieres). Remueve bien hasta que la levadura se disuelva por completo. Agrega 250 g de harina tamizada, mezcla, agrega el vinagre, vuelve a mezclar. Cierra el bol y colócalo en un lugar cálido durante 30 minutos para permitir que la masa suba.

Divida 3 huevos en claras y yemas al mismo tiempo. Agrega el azúcar y la vainilla a las yemas, bate hasta que esté suave. Batir las claras con sal hasta que se formen picos rígidos.

Primero agregue la mezcla de huevo y azúcar a la masa madre con levadura, mezcle.

Luego añade a la masa 100 g de mantequilla blanda, previamente ablandada en el microondas.

A continuación, introduce suavemente las claras.

Agrega poco a poco el resto de la harina, cuya cantidad puede variar según el contenido de humedad de la harina y el tamaño de los huevos. Transfiera la masa a la encimera, amase, agregue harina si es necesario, pero no se exceda. La masa debe quedar suave y ligeramente pegajosa. Regréselo al bol, tápelo y déjelo reposar tibio durante 1 hora.

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