El ajo y el aceite de oliva por sí solos pueden salvarlo de muchas enfermedades presentes en el cuerpo
El ajo es un alimento sabroso. Contiene 131 kcal por 100g. Si estás acostumbrado a contar calorías, podrías pensar que el ajo es demasiado rico. Pero eso no es del todo cierto. De hecho, sólo se consume un poco de ajo en cada comida. Una vaina pesa sólo 5 gramos.
Lo ideal es, por supuesto, comer el ajo crudo. Así, te beneficiarás de sus múltiples beneficios. Simplemente córtelo en rodajas finas o muélalo y agréguelo a una ensalada. Crudo, puedes comer un diente de ajo al día. Si optas por cocinar el ajo, puedes aumentar la dosis. Atención ! Si consumes ajo en polvo, limítate a 1 gramo por día. Si estás resfriado, puedes darte un capricho consumiendo hasta 4 gramos diarios. ¡Nunca dejes que el ajo se queme! Se vuelve tóxico.
Los límites del ajo
El ajo es un excelente alimento si quieres estar saludable. Sin embargo, si se consume en cantidades demasiado grandes, puede resultar peligroso para la salud. Si comes demasiado ajo, especialmente ajo crudo, corres el riesgo de sufrir acidez de estómago o incluso calambres abdominales.
Comer ajo crudo también provoca mal aliento. Esto permanece incluso después de un buen cepillado de dientes. El fenómeno se explica por la liberación de gases durante la masticación y la digestión. Si quieres deshacerte rápidamente del olor a ajo, debes masticar perejil o masticar un grano de café. Tenga en cuenta que incluso si no hace nada, el olor desaparecerá en unas pocas horas. Si tu pareja también comió ajo, no te avergonzarás.
El ajo es conocido y reconocido por sus efectos anticoagulantes. Por eso no se recomienda consumir grandes cantidades:
- si necesita operarse,
- si está tomando tratamiento con anticoagulantes,
- si sufre de trastornos metabólicos.