El clavo es una hierba aromática muy popular que se utiliza en la cocina, pero también tiene muchos beneficios para la salud.
El clavo tiene propiedades antibacterianas, anestésicas, afrodisíacas, analgésicas, antiespasmódicas y estimulantes.
Uno de los componentes clave de sus propiedades medicinales es el eugenol, un compuesto que previene la coagulación de la sangre. Por tanto, favorece la salud cardiovascular.
Nutricionalmente, el clavo contiene altos niveles de manganeso, vitamina V, magnesio, vitamina K, potasio, calcio y ácidos grasos omega-3, todos nutrientes que apoyan el funcionamiento del cuerpo.
También contiene flavonoides que ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre.
Esta planta es conocida por su poder anestésico local en tratamientos dentales como el arreglo de caries y conductos, así como en el tratamiento del dolor de muelas y encías.
También se utiliza para eliminar hongos en los pies, aliviar dolores de cabeza y estimular la buena circulación sanguínea.
A nivel mental tienen un efecto estimulante, ayudan a la memoria y combaten la depresión y el cansancio.
También se utiliza para tratar problemas digestivos porque estimula las secreciones salivales y gástricas, pudiendo combatir casos de diarrea.
Otro de sus beneficios es que sirve para prevenir las náuseas, por mala digestión o viajes largos.
El clavo se puede consumir en forma de polvo, en infusión o hacer una pasta.
