Consejos para evitar que las berenjenas queden aceitosas
1.Salarlas antes de freír
Uno de los trucos más conocidos es salar las berenjenas antes de cocinarlas. Corta las berenjenas en rodajas o tiras, colócalas en un colador y espolvorea generosamente con sal. Deja que reposen de 20 a 30 minutos. La sal extraerá parte del agua de las berenjenas, lo que reducirá su capacidad de absorber aceite. Después, enjuaga bien las rodajas bajo agua fría para quitar el exceso de sal y sécalas con papel absorbente antes de freírlas.
2.Usar un rebozado o empanizado ligero
Rebozar las berenjenas en harina, maicena o pan rallado puede crear una capa protectora que evita que absorban tanto aceite. Este truco es ideal si deseas una textura crujiente. Solo pasa las rodajas de berenjena por el rebozado antes de freírlas en aceite caliente. La cobertura sellará la superficie de la berenjena y reducirá la absorción de aceite.
3.Freír en aceite bien caliente
La temperatura del aceite es crucial. Si el aceite no está lo suficientemente caliente, las berenjenas absorberán más grasa. El aceite debe estar entre 180-190°C. Para probar si está listo, coloca un pequeño trozo de berenjena en el aceite; si chisporrotea de inmediato, está en la temperatura adecuada. Freír a fuego alto asegurará que las berenjenas se cocinen rápidamente sin absorber demasiado aceite.
4.Secar las berenjenas antes de freír
Además de secarlas después de salarlas, es fundamental asegurarse de que las berenjenas estén bien secas antes de freírlas. Usa papel de cocina para eliminar la mayor cantidad de humedad posible, ya que cualquier humedad adicional hará que las berenjenas absorban más aceite durante la fritura.
5.Cortar las berenjenas en rodajas más gruesas
Las rodajas más delgadas tienden a absorber más aceite, ya que tienen mayor superficie expuesta. Cortar las berenjenas en rodajas más gruesas (de aproximadamente 1 cm) puede ayudar a que mantengan su estructura sin empaparse tanto.
6.Cocción previa al horno o microondas
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