Hola a todos, tenía que compartir este recuerdo porque mis amigos se niegan a creerlo, y la verdad es que lo entiendo. Suena totalmente descabellado para los estándares actuales.
Imagínate esto: antes de que existieran los pañales desechables, las toallitas perfumadas, los contenedores de pañales y todos los sofisticados accesorios para bebés, nuestros padres básicamente se dedicaban a la crianza de los hijos en “modo experto”.
Mi madre (y probablemente toda una generación de madres y abuelas) tenía una rutina de pañales que parecía sacada directamente de un desafío de supervivencia.
Enjuagaba los pañales de tela sucios —sí, de esos de antes— directamente en el inodoro. Literalmente en la taza.
Las revolvía, las escurría con las manos y las tiraba al cubo de pañales hasta el día de la colada. Se lo conté a mis amigas y casi se mueren de la risa. Mientras tanto, yo pensaba: «Sí… ese era un día normal en mi casa».
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