Todos tenemos una postura favorita para dormir: acurrucados como un gato, tumbados en posición vertical o incluso encorvados como en caída libre después de un largo día. Pero ¿sabías que la forma en que duermes puede afectar la calidad de tu sueño… e incluso tu salud en general? Ya sean dolores al despertar, ronquidos, indigestión o dolor lumbar, tu postura en la cama puede marcar la diferencia. Entonces, ¿cuál deberías elegir para un sueño más reparador y reparador?
La posición fetal: suave y protectora

Este es el gran favorito, elegido por casi 4 de cada 10 franceses . Dormir acurrucado de lado, con las rodillas pegadas al pecho, puede ser muy relajante, especialmente en momentos de fatiga o estrés. También es una excelente opción para embarazadas o personas con dolor de espalda. ¿Por qué? Porque respeta la alineación natural de la columna vertebral y puede limitar los ronquidos.
Pequeña desventaja: si te tensas demasiado , puedes restringir la respiración y causar dolores. Consejo: prioriza el lado izquierdo para favorecer la circulación, especialmente durante el embarazo.
Dormir de lado (versión “tronco”): un buen compromiso

En esta posición, te recuestas erguido con los brazos a los costados. Es perfecta para mantener una buena postura por la noche y reducir el riesgo de ronquidos o apnea del sueño. También es ideal para la digestión, especialmente si duermes sobre el lado izquierdo.
Pero cuidado: esta posición a veces puede causar tensión en los hombros o la mandíbula. Consejo: coloca una almohada entre las rodillas para mantener las caderas alineadas… y elige un cojín que sujete bien la cabeza.
Sobre el estómago: evitar si es posible
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