4 matices de preparar una tortilla esponjosa sin horno y harina + 1 ingrediente especial para que el plato no se asiente.

¿Realmente necesitas algún consejo especial para hacer una tortilla? Al fin y al cabo, parece muy sencillo: cascar los huevos, añadir la leche, batir y sofreír. Pero resultó que hay varias sutilezas que hacen que la tortilla sea suave, aireada y muy sabrosa.

Punto n°1: Medimos la leche utilizando la cáscara.
El principal secreto para una tortilla exitosa es la proporción correcta de huevo y leche. Los chefs experimentados recomiendan tomar 50 ml de leche o 1,5 cucharadas por huevo. Pero los huevos vienen en diferentes tamaños y es importante tenerlo en cuenta. La forma más sencilla de evitar errores de proporción es utilizar una cáscara de huevo. Vierta la leche en la mitad de la cáscara; esta es la cantidad perfecta para un huevo.

Punto #2: Almidón en lugar de harina
Algunas personas piensan que agregar harina hace que la tortilla sea más pesada. Para mantenerlo ligero y aireado, reemplace la harina con almidón. Mantiene bien los ingredientes y no espesa la tortilla. Una pizca de almidón es suficiente para 2 huevos medianos. Para una tortilla de 3 huevos, agregue 0,5 cucharadita de almidón.

 

 

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