Si tienes las extremidades frías con frecuencia, podría ser un signo de mala circulación. Un flujo sanguíneo insuficiente puede hacer que tus manos y pies se sientan más fríos que el resto de tu cuerpo. Cuando tienes mala circulación en los dedos de las manos y de los pies, estos pueden tener un color azulado. Esto se debe a que la falta de flujo sanguíneo hace que pierdan oxígeno, lo que hace que adquieran un tono azulado. También es común que las personas con mala circulación tengan las manos y los pies fríos durante todo el año, no solo durante los meses de invierno.
2. Entumecimiento u hormigueo
Las sensaciones de entumecimiento y hormigueo pueden indicar mala circulación, especialmente en las manos, los pies o las extremidades. Ocurre cuando los nervios no reciben un suministro de sangre adecuado. Esto puede provocar una falta de sensación, lo que puede provocar que te lastimes sin darte cuenta. Por ejemplo, si el flujo de sangre a sus manos es deficiente y toca algo caliente, es posible que lo sienta frío, aunque en realidad esté extremadamente caliente.