Elegir la almohada adecuada es fundamental para un sueño reparador y una buena salud. Una almohada que no se adapta bien a tus necesidades puede provocar varios peligros para la salud, entre ellos:
1. Dolor de cuello y hombros:
Una almohada demasiado alta o demasiado baja puede forzar la curva natural del cuello, lo que puede provocar dolor y rigidez.
Una almohada demasiado blanda no brindará soporte adecuado a su cabeza, lo que también puede causar dolor de cuello y hombros.
2. Dolores de cabeza:
El dolor de cuello y hombros a menudo puede extenderse a la cabeza y provocar dolores de cabeza.
Una almohada que no mantenga la cabeza en una posición neutra también puede aumentar la presión en los senos nasales, lo que puede provocar dolores de cabeza.
3. Dificultades respiratorias:
Una almohada demasiado gruesa puede obstruir las vías respiratorias, lo que puede dificultar la respiración, especialmente si tiene apnea del sueño.
4. Trastornos del sueño:
Una almohada incómoda puede impedirle dormir profundamente, lo que puede provocar fatiga, somnolencia diurna y disminución de la concentración.
5. Irritaciones de la piel:
Una almohada hecha con materiales de mala calidad puede irritar tu piel, especialmente si tienes la piel sensible.
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