Como se mencionó anteriormente, el magnesio es un cofactor en más de 300 reacciones enzimáticas en el cuerpo. Estas reacciones gobiernan la síntesis de proteínas, la función muscular y nerviosa, el control de la glucosa en sangre, la regulación de la presión arterial y mucho más.
El magnesio permite que los nervios envíen mensajes al cerebro y al sistema nervioso, y es una parte sana de los huesos y un elemento necesario en la regulación saludable del calcio. Participa en el transporte activo de iones de calcio y potasio a través de las membranas celulares, un proceso que es importante para la conducción del pulso nervioso, la contracción muscular y el ritmo cardíaco normal ( 1 ).
El magnesio debe suministrarse continuamente al cuerpo, ya que lo necesita a diario. Cuando no ingerimos la cantidad adecuada de magnesio todos los días, nuestro cuerpo elimina el magnesio de nuestros huesos (donde lo necesita desesperadamente) o funciona con deficiencia.
Cuando tenemos deficiencia de magnesio, el equilibrio de otros minerales en el cuerpo también se altera, lo que puede causar problemas que repercuten en todos los sistemas del cuerpo.
