La ingesta baja de magnesio se ha relacionado con las siguientes afecciones:
– Osteoporosis (¡50-60% de magnesio se almacena en los huesos!)
– Presión arterial alta
– Diabetes tipo II
– Asma
– Ansiedad
– Convulsiones
– Mareos
– Confusión
– Pérdida de memoria
– Deficiencia de potasio (puede causar sed extrema, irritabilidad y retención de líquidos)
– Calambres o temblores musculares
– Latidos cardíacos irregulares
– Fatiga
– Depresión
– Migrañas
– Hipertensión
– Coágulos de sangre
– Dificultad para tragar
– Enfermedad hepática y renal
– Enfermedad intestinal
– Deficiencia de calcio
– Estreñimiento
– Respiratorio dificultades
– Náuseas
– Problemas de fertilidad
– Insomnio
– Caries
– Hipoglucemia
– Síndrome de Raynaud
– Cambios de personalidad
– Pérdida de apetito
– Reducción de la capacidad de aprender
Ciertas personas son más propensas a sufrir una deficiencia de magnesio, como aquellas con enfermedades gastrointestinales, diabetes, dependencia del alcohol o adultos mayores de 50 años.
