¡Ya no se fríe! ¡Aprendí este truco de un viejo pescador!n

Paso 1: Preparar el pescado

  1. Precalentar el horno a 200°C.
  2. Sazona la dorada por dentro y por fuera con sal, pimienta y tus especias favoritas.
  3. Rellenar el interior del pescado con rodajas de tomate, rodajas de limón, la ramita de romero y unas rodajas de cebolla.
  4. En una fuente para horno, coloca una cama con las cebollas restantes. Coloca el pescado encima y rocía con un chorrito de aceite.
  5. Cubrir con papel aluminio y hornear durante 25 minutos. Luego, retirar el papel y dejar dorar durante 10 minutos más para formar una costra ligera y aromática.

Consejo del abuelo: el secreto está en el interior. Las rodajas de limón y la cebolla cocinadas dentro del pescado liberan vapor y aromas que penetran suavemente en la carne, realzando su sabor sin resecarla.

Paso 2: Preparar la salsa cremosa

  1. En una sartén, derretir la mantequilla junto con el aceite.
  2. Añade la cebolla y el ajo y saltea hasta que estén dorados y fragantes.
  3. Añade la nata, una pizca de sal y el eneldo. Cocina a fuego lento, removiendo, hasta que espese ligeramente (unos 5-7 minutos).
  4. Reservar tibio para servir sobre el pescado.

Paso 3: Preparar la ensalada tibia

  1. En una sartén con aceite caliente sofreímos la berenjena hasta que esté bien dorada.
  2. Añade los tomates, el ajo, la salsa de soja y la salsa de chile. Cocina durante 2-3 minutos hasta que todo esté bien integrado.
  3. Apagamos el fuego, añadimos el perejil picado y mezclamos suavemente.

Montaje del plato

  1. Sirva la dorada en una fuente grande, con la salsa cremosa encima, o en un recipiente aparte para que todos la sirvan.
  2. Servir con la ensalada tibia de berenjena y tomate.
  3. Añade un chorrito de jugo de limón justo antes de servir para realzar el sabor final.

Recomendaciones adicionales:

  • Puedes preparar este mismo plato con lubina, salmón o cualquier pescado blanco entero.
  • Para una versión más ligera, sustituye la nata por yogur natural sin azúcar, agregándolo fuera del fuego.
  • La ensalada también se puede servir fría al día siguiente, como acompañamiento de otras carnes o pescados.

Este plato rinde homenaje a las comidas familiares junto al mar. Si lo preparas, no solo disfrutarás de un delicioso pescado, sino que también revivirás la sencilla sabiduría de quienes cocinaron con amor y conocimiento.

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