Paso 1: Preparar el pescado
- Precalentar el horno a 200°C.
- Sazona la dorada por dentro y por fuera con sal, pimienta y tus especias favoritas.
- Rellenar el interior del pescado con rodajas de tomate, rodajas de limón, la ramita de romero y unas rodajas de cebolla.
- En una fuente para horno, coloca una cama con las cebollas restantes. Coloca el pescado encima y rocía con un chorrito de aceite.
- Cubrir con papel aluminio y hornear durante 25 minutos. Luego, retirar el papel y dejar dorar durante 10 minutos más para formar una costra ligera y aromática.
Consejo del abuelo: el secreto está en el interior. Las rodajas de limón y la cebolla cocinadas dentro del pescado liberan vapor y aromas que penetran suavemente en la carne, realzando su sabor sin resecarla.
Paso 2: Preparar la salsa cremosa
- En una sartén, derretir la mantequilla junto con el aceite.
- Añade la cebolla y el ajo y saltea hasta que estén dorados y fragantes.
- Añade la nata, una pizca de sal y el eneldo. Cocina a fuego lento, removiendo, hasta que espese ligeramente (unos 5-7 minutos).
- Reservar tibio para servir sobre el pescado.
Paso 3: Preparar la ensalada tibia
- En una sartén con aceite caliente sofreímos la berenjena hasta que esté bien dorada.
- Añade los tomates, el ajo, la salsa de soja y la salsa de chile. Cocina durante 2-3 minutos hasta que todo esté bien integrado.
- Apagamos el fuego, añadimos el perejil picado y mezclamos suavemente.
Montaje del plato
- Sirva la dorada en una fuente grande, con la salsa cremosa encima, o en un recipiente aparte para que todos la sirvan.
- Servir con la ensalada tibia de berenjena y tomate.
- Añade un chorrito de jugo de limón justo antes de servir para realzar el sabor final.
Recomendaciones adicionales:
- Puedes preparar este mismo plato con lubina, salmón o cualquier pescado blanco entero.
- Para una versión más ligera, sustituye la nata por yogur natural sin azúcar, agregándolo fuera del fuego.
- La ensalada también se puede servir fría al día siguiente, como acompañamiento de otras carnes o pescados.
Este plato rinde homenaje a las comidas familiares junto al mar. Si lo preparas, no solo disfrutarás de un delicioso pescado, sino que también revivirás la sencilla sabiduría de quienes cocinaron con amor y conocimiento.