El Wi-Fi también afecta la concentración y altera la función cerebral.
Como resultado, la actividad cerebral puede disminuir y usted puede experimentar problemas para concentrarse o pérdida de memoria.
Debilita la calidad del esperma
Las ondas Wi-Fi también son un disruptor que afecta a la fertilidad masculina.
De hecho, el Wi-Fi reduce la motilidad de los espermatozoides y provoca la fragmentación del ADN.
Además, puede tener consecuencias sobre la fertilidad o aumentar el riesgo de embarazo anormal.
Aumenta el estrés cardíaco
Algunas personas también pueden reaccionar físicamente a las frecuencias electromagnéticas de las ondas Wi-Fi.
Uno de los síntomas que pueden experimentar estas personas es un aumento del ritmo cardíaco.
Por tanto, la sobreexposición a las ondas Wi-Fi puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.