Preparación de las verduras: Comience limpiando y preparando todas las verduras según las instrucciones. Lave el brócoli con cuidado y luego córtelo en floretes pequeños para asegurar una cocción uniforme. Las zanahorias hay que pelarlas y cortarlas en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor, para que no se cocinen demasiado rápido ni se deshagan. La cebolla se debe pelar y cortar en rodajas finas para facilitar la cocción. Por último, hay que pelar las patatas y cortarlas en cubos, de tamaño similar a las zanahorias, para una cocción uniforme.
Condimentar y mezclar: En un tazón grande, agregue todas las verduras preparadas. Vierta el aceite de oliva y mezcle bien para asegurarse de que cada trozo de verdura esté cubierto. Agrega la maicena, las hierbas mixtas, el ajo en polvo, la pimienta y la sal directamente a la mezcla de verduras. Mezcla nuevamente hasta que todos los ingredientes queden bien ordenados y las verduras perfectamente sazonadas. Este paso es fundamental para asegurar un equilibrio de sabores en cada bocado.
Cocinar: Precalienta una sartén antiadherente a fuego medio-alto durante unos 30 segundos. Esto ayuda a conseguir un dorado perfecto de las verduras. Una vez calientes, agregue las verduras sazonadas a la sartén, distribuyéndolas uniformemente para asegurar una cocción uniforme. Baja el fuego a medio-bajo y cubre con una tapa. Cocine las verduras durante 15-20 minutos, revolviendo ocasionalmente para evitar que se peguen. Otro truco es utilizar una tapa, que ayuda a retener el calor y cocinar las verduras de manera más uniforme. Una vez transcurrido el tiempo, damos la vuelta a las verduras y continuamos cocinando durante 15-20 minutos más hasta que estén bien cocidas y ligeramente doradas.
Servicio: Una vez cocidas, transfiera las verduras a un plato para servir. Es importante servirlos calientes para apreciar mejor su sabor y textura. Estas verduras asadas son versátiles: se pueden disfrutar solas o acompañadas de cualquier salsa o aderezo de tu elección, como una salsa de yogur, una vinagreta o incluso un pesto. Experimenta con lo que tienes en casa para personalizar aún más el plato.