Para luchar contra bacterias, hongos, virus y suciedad, la lejía es muy efectiva ya que contiene ciertos químicos, y se deben tomar las precauciones necesarias en su uso. Además, un uso inadecuado de la lejía puede afectar la salud, especialmente la de personas vulnerables.
En lugar de utilizar lejía para lavar los platos, se recomienda utilizar detergente normal. Si es absolutamente necesario lavar los platos con este químico, es fundamental tomar ciertas precauciones. Añade unas gotas de lejía a un recipiente grande con agua y deja los platos en la solución durante unos 5 a 10 minutos. Use guantes antes de lavar los platos ya que la lejía puede causar irritación. Luego, deberás enjuagar bien para minimizar el efecto de los residuos.
Para conseguir buenos resultados, algunas personas piensan erróneamente que la combinación con agua caliente es la mejor opción. Sin embargo, el agua caliente reduce el poder limpiador de la lejía al hacer que el cloro se evapore. Combinar lejía y agua fría proporciona los mejores resultados. Ahora ya sabes si debes usar lejía para lavar los platos o no. Aplicar estos diferentes consejos te ayudará a evitar perjudicar tu salud y la de tu familia.