con el entierro de la bicicleta.
Aunque los restos de Emily se encontraron tristemente cerca, el hallazgo finalmente proporcionó a los Parker una sensación de cierre. La conclusión no fue la que esperaban, pero aun así obtuvieron claridad. Linda agarró la bicicleta rosa corroída, con lágrimas corriendo por sus mejillas. “Adoraba esta bicicleta”, dijo. “Ese día estaba inmensamente feliz…
”. El pueblo lloró junto con los Parker, aunque la revelación también reavivó su compromiso de proteger a los niños y persistir en la búsqueda de los desaparecidos. Para Linda y Michael, la bicicleta, que antes era un símbolo de la felicidad de su hija, se transformó en un conmovedor recordatorio y una promesa tácita:
que la narración de Emily perduraría en la memoria.