LA CONFRONTACIÓN
Sentada en la sala de estar, con la foto impresa en sus manos, Susan estaba decidida a enfrentarse a su marido. Cuando él regresó, supo de inmediato que era el momento de decir la verdad.
TODA LA VERDAD
El cuarentón admitió que amaba a los hombres y que nunca se había atrevido a decírselo a su esposa. Pero eso no es todo… ¡el amigo de la infancia, cuyo anillo todavía luce, no es otro que el encantador fotógrafo Paul!
ENAMORADOS EL UNO DEL OTRO
Los tortolitos estaban locamente enamorados el uno del otro e incluso se habían conocido en secreto durante varios años. Por eso John estaba tan nervioso durante la sesión de fotos.