Unas cuantas bolitas de algodón serán suficientes por ahora. Los necesitaremos en todas las habitaciones de la casa y, a menudo, son de tamaño mediano.
Colocamos los bollos en lugares estratégicos donde sabemos que los ratones pueden acceder fácilmente a ellos y rociamos unas 30 gotas de aceite dentro de cada uno.
Debes cambiar los bollos cada semana o dos porque su potencia disminuye significativamente con el tiempo.
3. Usa una espiral
Podemos inventar un rodenticida muy eficaz para expulsar rápidamente a los ratones que puedan estar residiendo en nuestra cocina.
Medio tomate espiralizado es suficiente. Tras un breve periodo de secado, lo encendemos.
Salimos de la espiral cerca de la ubicación de la rata; después de aproximadamente media hora observarás su ruta de escape, posible gracias a la combinación de la acidez inherente de la rata y el veneno contenido en la espiral.
#4: Consigue un gato en adopción.
Para conocer los ingredientes y las instrucciones de cocción completas, sigue leyendo (>)