
La cara de Mike ardía de vergüenza. Betty se volvió hacia Cassey con una cálida sonrisa.
Gracias, Cassey. Has estado maravillosa. Nos vemos en la boda, ¿sí?
—Claro, Betty. Ha sido un placer. Y gracias por la invitación —respondió Cassey.
Betty se despidió con la mano y se fue, mientras Mike se quedó sin palabras, tratando de comprender lo que acababa de suceder.
—No… no… no lo entiendo —murmuró.
Cassey no pudo evitar reír. «Betty es enfermera», explicó. «Se va a casar con un millonario viudo que conoció mientras lo cuidaba después de un accidente. Ni siquiera sabía que era rico hasta que le dieron el alta».
Mike se quedó estupefacto y profundamente avergonzado. Cassey sonrió y le dio una palmadita en el hombro.
—Tómalo como una lección, Mike —dijo—. La próxima vez, piénsalo dos veces antes de hacer suposiciones sobre la gente.
Ese verano, Cassey celebró su boda con Betty y su nuevo esposo. Fue una noche inolvidable.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- No juzgues un libro por su portada. El prejuicio de Mike hacia Betty por su apariencia lo llevó ciegamente a su propia muerte. Las cosas podrían haberle beneficiado si no la hubiera juzgado con tanta dureza.
- Trata a las personas con equidad, sin importar su apariencia. Si Mike hubiera tratado a Betty como a cualquier otra clienta en lugar de hacerla sentir inferior, habría recibido una buena propina y esa invitación.
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Este artículo está inspirado en historias cotidianas de nuestros lectores y escrito por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o lugares reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos.