Para ello, puedes utilizar una sábana o manta extra y asegurarte de que tus pies se mantengan calientes. Además, cuando te despiertes por la mañana, no te levantes y camines descalzo por el suelo, sino usa calcetines y tal vez incluso pantuflas.
Se supone que este método le brindará alivio incluso después del primer tratamiento. Haga esto todos los días, si es necesario, hasta que el dolor desaparezca por completo.