Paso 1: Comience vertiendo una taza de vinagre blanco en la sartén, seguida de una taza de agua. Si los residuos quemados están solo en el fondo de la sartén, media taza de agua y vinagre puede ser suficiente, pero si los residuos quemados se extienden hacia los lados, no dudes en agregar más. A continuación, coloca la sartén al fuego a fuego medio o medio-alto y deja que la mezcla hierva a fuego lento.
Paso 2: Cuando la mezcla comience a hervir suavemente, usa una espátula y raspa suavemente la sartén para eliminar los residuos quemados que se desprenderán fácilmente. Una vez limpia, apague el fuego, tire los restos a la basura y deje que la sartén se enfríe hasta que esté tibia al tacto. Finalmente, lava la sartén como de costumbre con agua limpia y jabón, luego sécala con un paño. ¡Y ya está, ya está!
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