- Cocina la proteína:
- Si usas pechuga de pollo, corta la carne en cubos pequeños y sazónalos con sal, pimienta, comino y pimentón. Cocina en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén dorados y bien cocidos. Si usas carne molida, cocina la carne en la sartén desmenuzándola mientras se cocina, sazonando igualmente con las especias.
- Saltea las verduras:
- En la misma sartén, añade un poco más de aceite de oliva y agrega la cebolla, los pimientos y el ajo picado. Cocina hasta que estén tiernos y fragantes, unos 5-7 minutos.
- Añade los ingredientes restantes:
- Incorpora el maíz, los frijoles negros, el tomate picado y el chili en polvo (si lo usas). Cocina por unos 5 minutos para que todo se mezcle bien y se caliente.
- Combina todo:
- Si estás utilizando pollo cocido, agrégalo a la mezcla de verduras y mezcla todo bien. Cocina todo junto durante unos minutos, ajusta el sabor con sal y pimienta al gusto.
- Añade el queso:
- Espolvorea el queso rallado sobre la mezcla en la sartén y tapa con una tapa durante 3-5 minutos, o hasta que el queso se derrita.
- Sirve y disfruta:
- Sirve en platos y acompaña con crema agria o guacamole, si lo deseas. Puedes también añadir un toque de cilantro fresco o unas rodajas de aguacate por encima para darle frescura.
Este plato es tan sabroso y lleno de textura que cada bocado realmente puede sentirse como una pequeña celebración. Además, puedes personalizarlo fácilmente con tus ingredientes favoritos, como añadir arroz o cambiar la proteína. ¡Es perfecto para compartir en una fiesta o como una cena rápida y deliciosa!