Espolvorea un poco de harina sobre una superficie plana. Amasa durante 15 minutos hasta que obtengas una masa suave y homogénea que no se pegue a las manos.
5. Reposo de la masa:
Coloca la masa en un recipiente engrasado con aceite o mantequilla. Cubre con un paño y deja reposar por 30 minutos.
6. Preparación del queso:
Mientras reposa la masa, corta los 200 gramos de queso en bastones uniformes.
7. Estirado de la masa:
Después de los 30 minutos, espolvorea un poco de harina sobre la mesa y estira la masa en forma rectangular con un rodillo.
8. Corte de la masa:
Con un cortador de pizza o un cuchillo, corta la masa en tiras largas, lo suficientemente anchas para envolver los bastones de queso.
9. Enrollado del queso:
Toma cada bastón de queso y envuélvelo con una tira de masa, asegurándote de cubrir bien el queso.
10. Freír los tequeños:
Calienta suficiente aceite en una sartén a fuego medio-alto.
Fríe los tequeños, dándoles la vuelta para que se doren por ambos lados, aproximadamente 3-4 minutos por lado.
11. Escurrir el exceso de aceite:
Retira los tequeños dorados del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
12. Servir:
Sirve los tequeños calientes y crujientes. ¡Perfectos para compartir en reuniones familiares o fiestas!
Tips de cocina:
Aceite bien caliente: Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de freír, para que los tequeños queden crujientes por fuera y el queso no se derrita demasiado rápido.
Queso a tu gusto: Puedes usar mozzarella, queso fresco o cualquier queso que prefieras para el relleno.
Congelar: Si te sobran tequeños, ¡puedes congelarlos! Solo fríelos directamente cuando los saques del congelador