Salsa de fresa
En una licuadora, combine las fresas, el azúcar y el agua y haga puré hasta que quede suave.
Transfiera el puré de fresas a una cacerola mediana.
Cocine a fuego medio-bajo hasta que la salsa espese, unos 10-15 minutos.
Retire del fuego y deje enfriar a temperatura ambiente.
haciendo la corteza.
Rocíe un molde desmontable de 8 pulgadas ligeramente con aceite en aerosol.
Luego, en un tazón mediano, combine las migas de galleta Graham con la mantequilla derretida y revuelva para combinar.
Después de eso, vierta la mezcla de la corteza en su molde engrasado y presione hacia abajo con los dedos para crear una costra en el fondo del molde.
Metemos en el congelador durante 15 minutos mientras preparamos el relleno.
Para hacer relleno de tarta de queso.
En un tazón grande, con una batidora eléctrica de mano, mezcle el queso crema a temperatura ambiente, el azúcar, la sal y el extracto de vainilla hasta que quede suave y cremoso.
Luego, en un tazón mediano separado, bata la crema batida espesa hasta que se formen picos rígidos.
Proceda a doblar la crema batida en el tazón grande con el relleno de tarta de queso, hasta que se haya combinado por completo.
A continuación, divida el relleno de queso crema en 2 tazones y reserve uno.
En uno de los tazones, agregue todas menos 2 cucharadas de salsa de fresa enfriada y mezcle para combinar.
Guarde las 2 cucharadas de salsa reservadas para usarlas más adelante.
Proceda a verter el relleno de tarta de queso simple en la corteza preparada y alise en una capa uniforme.
Golpee la sartén contra el mostrador varias veces para permitir que la capa se asiente.
Luego, agregue el relleno de queso crema de fresa encima y alise con una espátula de goma.
Después de eso, vierta las 2 cucharadas reservadas de salsa de fresa en el pastel y luego gírelo con un cuchillo de mantequilla o una brocheta de madera.
No profundices demasiado con el cuchillo, solo quieres girar las capas superiores, no las inferiores.
Tiempo de enfriamiento
Ahora, cubra su tarta de queso con una envoltura de plástico o una envoltura adhesiva y colóquela en el refrigerador durante al menos 8 horas o preferiblemente durante la noche para permitir que se asiente y se enfríe.
Una vez enfriado por completo, ¡está listo para rebanar, servir y disfrutar!