- Precalienta el horno a 180°C (350°F). Unta un molde para tarta con manteca para evitar que la masa se pegue.
- En un bol, tamiza la harina y mezcla con la levadura en polvo. Esto asegurará que la tarta tenga una textura uniforme y esponjosa.
- En otro bol, bate la manteca o margarina con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Este paso es crucial para incorporar aire en la mezcla, lo que dará como resultado una tarta más ligera.
- Añade gradualmente la mezcla de harina y levadura a los ingredientes húmedos, batiendo hasta que todo esté bien incorporado. La masa debe quedar homogénea y sin grumos.
- Pela las manzanas, quítales el corazón y córtalas en rodajas finas. Las manzanas serán las protagonistas de nuestra tarta, aportando jugosidad y un sabor delicioso.
- Vierte la mitad de la masa en el molde previamente preparado. Coloca una capa de rodajas de manzana sobre la masa. Vierte el resto de la masa sobre las manzanas y, finalmente, coloca otra capa de rodajas de manzana encima.
- Para un toque extra de sabor y una textura caramelizada, añade unos pequeños trozos de manteca sobre las manzanas de la capa superior y espolvorea con azúcar extra.
Cocción:
- Lleva la tarta al horno precalentado y hornea durante unos 45-50 minutos, o hasta que esté dorada y un palillo insertado en el centro salga limpio. El aroma que llenará tu cocina será irresistible.
- Deja enfriar la tarta en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarla. Luego, pásala a una rejilla para que se enfríe completamente. Esta tarta se puede disfrutar tibia o a temperatura ambiente, y es deliciosa sola o acompañada de una bola de helado de vainilla o una cucharada de crema batida.
¡Y ahí lo tienen! Una tarta de manzana ultra jugosa casera que hará las delicias de todos. ¡Espero que disfruten preparándola y, sobre todo, degustándola!
