Paso 1: Prepara el relleno de natilla de limón
Mezcla los ingredientes:
En una cacerola mediana, bate 1 huevo, una pizca de sal, 50 gramos de azúcar y 40 gramos de maicena hasta que quede suave. Añade poco a poco 300 ml de leche, batiendo continuamente para evitar grumos.
Este paso garantiza una natilla suave y sin grumos, que es la clave para una textura cremosa.
Cocinar las natillas:
Coloca la cacerola a fuego medio, revolviendo constantemente. Cocine la mezcla hasta que espese y comience a hervir, aproximadamente de 5 a 7 minutos. Una vez espesa, retirar del fuego y mezclar con la ralladura y el jugo de un limón. Revolver constantemente evita que la crema se queme y asegura un espesor uniforme.
Enfriar la nata:
Verter la nata en un bol, cubrirla con film transparente (presionando el film transparente directamente sobre la superficie para evitar que se forme una película) y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Enfriar la crema antes de usarla en el pastel ayuda a mantener la integridad de las capas.
Paso 2: Prepara la masa del pastel
Precalienta el horno:
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrase y enharine un molde para hornear redondo de 9 pulgadas o cubra con papel pergamino.
Precalentar el horno garantiza que el bizcocho se hornee uniformemente desde el principio.
Mezclar los ingredientes húmedos:
En un bol grande, batir 2 huevos, una pizca de sal y 100 gramos de azúcar hasta que la mezcla esté pálida y ligeramente espesa. Agregue gradualmente 120 ml de aceite vegetal y 1 cucharadita de extracto de vainilla, revolviendo hasta que estén bien combinados.
Batir los huevos y el azúcar hasta que estén pálidos le da al pastel una textura ligera y aireada. Mezcle los ingredientes secos:
en un recipiente aparte, tamice 220 gramos de harina para todo uso y 15 gramos de levadura en polvo. Agregue gradualmente los ingredientes secos a los ingredientes húmedos, mezclando hasta que se combinen.
Tamizar los ingredientes secos ayuda a incorporar aire, haciendo el bizcocho más ligero.
Paso 3: armar y hornear el pastel.
Disponer la masa y las natillas:
Vierta la mitad de la masa en el molde preparado, distribuyéndola uniformemente. Extienda suavemente la crema de limón enfriada sobre la masa, extendiéndola uniformemente pero dejando un pequeño borde alrededor de los bordes. Vierte el resto de la masa sobre las natillas, asegurándote de que las cubra por completo.
Colocar las natillas entre la masa crea una deliciosa sorpresa dentro del pastel.
Hornea el bizcocho:
Hornea en el horno precalentado durante 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio (aunque puede tener un poco de natilla encima). El pastel debe estar dorado y saltar cuando se toca ligeramente. Hornear el bizcocho a la temperatura adecuada garantiza una cocción uniforme y no se seca.
Enfriar el pastel:
Deje que el pastel se enfríe en el molde durante 10 minutos, luego transfiéralo a una rejilla para que se enfríe por completo.
Enfriar el pastel adecuadamente evita que se empape.
Paso 4: Servir
Sirve y disfruta:
Una vez que el pastel esté completamente frío, espolvoréalo con azúcar glas si lo deseas. Córtelo en rodajas y sirva el pastel como un delicioso postre o como un capricho con el té de la tarde.
El azúcar en polvo aporta un toque de dulzura y un agradable acabado al pastel.
