Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y engrasa ligeramente un molde para tarta.
En una sartén grande, derrite la manteca a fuego medio. Agrega las cebollas cortadas en cubitos y cocina hasta que estén suaves y caramelizadas, aproximadamente durante 15-20 minutos. Agrega un toque de comino para realzar el sabor de las cebollas. Una vez caramelizadas, retira del fuego y deja enfriar ligeramente.
Mientras las cebollas se enfrían, en un tazón grande, bate los huevos hasta que estén bien mezclados. Agrega la harina y continúa batiendo hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Incorpora las cebollas caramelizadas a la mezcla de huevo y harina, asegurándote de distribuirlas de manera uniforme. Luego, agrega el queso rallado y la panceta cortada en cubitos, mezclando todo cuidadosamente.
Vierte la mezcla en el molde para tarta preparado, asegurándote de distribuirla de manera uniforme.
Hornea la tarta en el horno precalentado durante aproximadamente 30-35 minutos, o hasta que esté dorada y firme al tacto.
Una vez cocida, retira la tarta del horno y deja que se enfríe ligeramente antes de desmoldarla.
Sirve la tarta de cebolla sin fondo caliente o a temperatura ambiente, acompañada de una ensalada fresca o simplemente disfrútala por sí sola.