“Desde que tenía 13 años, en todos los artículos sobre mí se hace referencia a mi cuerpo”, se lamentaba en las columnas de la revista ELLE el pasado mes de abril. Y para desarrollar su pensamiento: “Está delgada, no tiene miedo a envejecer, está radiante a su edad… Siempre es la misma pregunta: ¿es potable o ya no es potable?”. Y analiza:
“Esto significa que estamos ahí para complacer, que nuestro cuerpo es nuestro pasaporte, y que si no respondemos a los criterios que nos imponen, puede resultarnos muy incómodo”.