- Sofríe los ingredientes base:
- En una olla grande, derrite la mantequilla o calienta el aceite de oliva a fuego medio.
- Agrega la cebolla picada, los puerros y el ajo. Sofríe durante unos 5-7 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas y fragantes.
- Cocina la coliflor:
- Añade los floretes de coliflor a la olla y mezcla bien con las verduras.
- Vierte el caldo caliente en la olla, asegurándote de cubrir bien las verduras. Si deseas, agrega una hoja de laurel y una cucharadita de tomillo para dar más sabor.
- Lleva a ebullición, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 15-20 minutos, o hasta que la coliflor esté muy tierna.
- Tritura la sopa:
- Retira la hoja de laurel (si la usaste).
- Usando una batidora de inmersión (o una licuadora), tritura la sopa hasta obtener una textura suave y cremosa. Si prefieres una sopa más ligera, puedes dejar algunos trozos de coliflor.
- Añade la nata y el queso:
- Incorpora la nata líquida (crema para batir) y el queso cheddar rallado. Revuelve bien hasta que el queso se derrita completamente y la sopa tenga una consistencia cremosa.
- Sazona con sal y pimienta al gusto. Si te gusta una sopa más espesa, puedes dejarla cocinar unos minutos más para que espese ligeramente.
- Sirve:
- Sirve la sopa caliente, y si lo deseas, decora con un chorrito de aceite de oliva por encima y un poco más de queso cheddar rallado.
- También puedes añadir un toque de hierbas frescas, como perejil o cebollino, para decorar.
¡Y listo! Tienes una deliciosa sopa cremosa de coliflor, puerro y queso cheddar que es perfecta para los días fríos o cuando buscas algo reconfortante y sabroso. Disfrútala acompañada de pan crujiente o unos trozos de pan de ajo para un toque extra delicioso.