- Disolver el café instantáneo: En un bol pequeño, mezcla las 4 cucharadas de café instantáneo con los 20 ml de leche. Remueve bien hasta que el café se haya disuelto completamente.
- Agregar la leche condensada: Incorpora las 3 cucharadas de leche condensada a la mezcla de café y remueve bien. Esto aportará cremosidad y dulzura al semifreddo.
- Montar la crema: En un bol aparte, bate los 400 ml de crema para batir hasta que esté bien esponjosa y con picos firmes. Si usas crema vegetal azucarada, no necesitarás añadir más azúcar. Si prefieres crema sin azúcar, puedes agregar 2 o 3 cucharadas de azúcar al gusto.
- Incorporar el café: Con cuidado, añade la mezcla de café y leche condensada a la crema batida. Usa una espátula y mezcla con movimientos suaves y envolventes para que no se baje la nata. Asegúrate de que todo quede bien integrado.
- Congelar: Vierte la mezcla en un molde o recipiente adecuado y llévalo al congelador por al menos 3 horas. Esto permitirá que el semifreddo tome su consistencia ideal: cremoso y ligeramente firme.
- Decorar y servir: Una vez listo, saca el semifreddo del congelador. Si deseas, añade salsa de caramelo por encima y espolvorea chispas de chocolate amargo para darle un toque especial y más textura.
¡Listo para disfrutar!
Este semifreddo de café es perfecto para cualquier ocasión: una tarde calurosa, una cena especial o simplemente para darte un capricho. ¡Con solo 3 ingredientes básicos, tendrás un postre sofisticado en casa sin esfuerzo!
Tips:
- Puedes cambiar el café instantáneo por café descafeinado si prefieres evitar la cafeína.
- Si no tienes nata azucarada, añade azúcar al gusto cuando la batas.
- Este postre también se puede preparar con un toque de canela o cacao en polvo para variar el sabor.
¡Corre a tu cocina y disfruta de esta delicia en tiempo récord!
