Empecemos rallando finamente 2,5 tazas de zanahorias frescas. Si sueltan mucho jugo, exprímelo.
En la licuadora combine las zanahorias ralladas, 1 taza de nueces, 1 taza de dátiles (previamente remojados si están secos), 1 taza de hojuelas de coco, 1 cucharadita de canela y, si lo desea, agregue jengibre, nuez moscada y clavo molido. para darle un toque especiado.
Mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.
Dividimos la masa en 3 partes.
Preparemos la nata:
En un bol mezclar 300 g de yogur espeso con 3 cucharaditas de harina de coco.
Endulzamos al gusto, utilizando por ejemplo dátiles o stevia, y mezclamos hasta obtener una crema aterciopelada.
Asamblea:
En un plato para servir, coloca una primera capa de masa.
Untar una capa de crema de coco.
Seguimos alternando capas de masa y nata hasta agotar los ingredientes.
Terminamos con una capa de crema por encima.
Decora con hojuelas de coco u otros ingredientes de tu elección.
¡El pastel de zanahoria sin horno está listo! Guárdalo en el frigorífico y disfrútalo con cada bocado. ¡Espero que disfrutes! ¡Disfrute de su comida!