Prepara los cacahuetes
Comienza por tostar los cacahuetes ligeramente en una sartén seca a fuego medio hasta que estén dorados y fragantes. Deja enfriar. Este paso añade más profundidad al sabor de los cacahuetes y asegura que se mezclen bien con el turrón.
Carameliza el azúcar
En una cacerola mediana, añade 1 taza de azúcar y enciende el fuego medio/alto. Deja reposar el azúcar sin revolver durante los primeros minutos. A medida que el azúcar se derrite desde el fondo, comenzará a convertirse en líquido. Una vez que la capa inferior de azúcar se haya derretido, comienza a revolver suavemente con una espátula resistente al calor.
Derrite el azúcar hasta que adquiera un color ámbar
Sigue revolviendo mientras el azúcar se derrite y adquiere un hermoso color ámbar. Asegúrate de no dejar que se queme, mantén el fuego constante y vigílalo de cerca. Este proceso de caramelización es esencial para crear la base de tu turrón.
Añade la nata y la sal
Una vez que el azúcar alcance un color ámbar dorado, vierte lentamente la nata mientras revuelves. La mezcla burbujeará y formará vapor, así que ten cuidado. Revuelve constantemente hasta que el azúcar y la nata se combinen en una mezcla de caramelo suave y espesa. Añade una pizca de sal para mejorar el equilibrio de sabor entre dulce y salado.
Cocina la mezcla de turrón
Deja que la mezcla de turrón se cocine durante unos 3-5 minutos, sin dejar de remover para que espese y se vuelva suave. La mezcla debe tener una consistencia cremosa pero que aún se pueda verter.
Enfría el turrón
Retira la sartén del fuego y deja que la mezcla de turrón se enfríe un poco. Transfiérela a un bol para que se enfríe por completo. Este paso es crucial, ya que el turrón se endurecerá a medida que se enfríe, lo que hará que sea más fácil trabajar con él.
Arma los sándwiches de galleta
Una vez que el turrón se haya enfriado, es hora de armar los sándwiches de galleta. Toma una galleta salada y coloca una cantidad generosa de turrón sobre ella. Cúbrela con otra galleta, presionando suavemente para formar un sándwich. Repite este proceso hasta que se use todo el turrón.
Refrigerar los sándwiches
Coloque los sándwiches de galleta y turrón armados en una bandeja forrada con papel pergamino. Colóquelos en el refrigerador durante unas horas para permitir que el turrón se asiente y las galletas se endurezcan.
Derretir el chocolate
Mientras los sándwiches se enfrían, derrita el chocolate. Rompa 120 g de chocolate en trozos pequeños y colóquelos en un recipiente apto para microondas. Agregue 1 cucharada de aceite de girasol, que ayuda a mantener el chocolate suave y brillante. Calienta en el microondas en intervalos de 20 segundos, revolviendo entre cada uno, hasta que el chocolate esté completamente derretido y suave.
Cubra los sándwiches con chocolate
Una vez que los sándwiches de galleta se hayan asentado, sumerja cada uno en el chocolate derretido, asegurándose de cubrirlos completamente. Deje que el exceso de chocolate escurra y coloque los sándwiches cubiertos de chocolate nuevamente en la bandeja forrada con pergamino.
Decoración opcional
Si desea ser creativo, rocíe un poco de chocolate blanco derretido sobre la parte superior de los sándwiches para darle un toque decorativo. También puede espolvorear una pizca de sal marina por encima para realzar el sabor dulce-salado.
Vuelva a enfriar los sándwiches.
Vuelva a colocar los sándwiches cubiertos de chocolate en el refrigerador hasta que el chocolate se solidifique, aproximadamente 30 minutos. Una vez que el chocolate esté firme, sus sándwiches de turrón de maní salado estarán listos para servir.