- Preparación de la masa: En un bowl grande, mezcla el azúcar con la manteca hasta obtener una crema suave y homogénea. Agrega la ralladura de limón y las 5 cucharadas de leche, y mezcla bien. Incorpora el huevo y continúa mezclando hasta integrar.
- Incorporación de la harina: Añade la harina poco a poco a la mezcla anterior, removiendo con una espátula o con las manos hasta obtener una masa suave y manejable. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero sin excederte para no hacerla dura.
- Formación de las rosquitas: Divide la masa en pequeñas porciones y forma cilindros finos con cada una. Une los extremos de cada cilindro para formar rosquitas y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
- Pintado y cocción: En un bowl pequeño, mezcla la yema de huevo con las 3 cucharadas de leche. Pinta la superficie de las rosquitas con esta mezcla para darles un bonito color dorado durante la cocción. Lleva la bandeja al horno precalentado a 180° C y hornea durante 15 a 20 minutos, o hasta que las rosquitas estén ligeramente doradas.
- Enfriado: Retira las rosquitas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla antes de servir.
Consejos Adicionales:
- Variedad en el sabor: Si deseas un sabor más intenso a limón, puedes agregar unas gotas de jugo de limón a la mezcla de masa.
- Decoración: Una vez frías, puedes espolvorear las rosquitas con un poco de azúcar impalpable para un toque decorativo y extra dulce.
- Conservación: Guarda las rosquitas en un recipiente hermético para mantener su frescura. Se mantendrán deliciosas durante varios días.
¡Esta receta es sencilla de preparar y el resultado son unas rosquitas deliciosas, perfectas para disfrutar en cualquier ocasión!