Separamos trozos de unos 25 gramos y los ponemos sobre la encimera, y otros más pequeños, con el que haremos unas bolitas con las manos embadurnadas aceite. Para hacer las rosquillas hacemos un agujero con el dedo en cada bola.
Ponemos en una sartén grande abundante aceite de oliva, a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente vamos echando las rosquillas y las bolas, pero tendremos cuidado de no echar muchas unidades a la vez para que no baje la temperatura del aceite.
Según tenemos hechas las rosquillas y las bolas las ponemos sobre un papel de cocina, para absorber el aceite sobrante. Después, las pintamos con un poco de anís dulce y la ayuda de una brocha, las pasamos por azúcar. Emplatamos antes de servir. ¡Deliciosas!