- En primer lugar, vamos a tamizar la harina para obtener una textura mucho mejor de la misma.
- Luego utilizamos una licuadora y en su recipiente colocamos la leche, que bien podría ser mitad leche entera y mitad leche descremada.
- Seguidamente añadimos la levadura desmenuzada en la preparación como así también la harina de a poco y dejándose absolver en la leche.
- También le sumamos el azúcar, sal, el huevo, la manteca y el aceite en forma de lluvia, mezclando durante unos 10 minutos aproximadamente.
- El objetivo es obtener una masa homogénea y elástica.
- Paso siguiente, colocamos la masa en un bowl cubierta con film transparente y lo dejamos reposar durante unas 4 horas o hasta que se duplique en tamaño.
- Una vez que haya transcurrido el tiempo de descanso de la masa, lo retiramos y estiramos con un rodillo o palote.
- Luego cortamos en trocitos los bollitos, los estiramos y giramos sobre si mismos. Para acomodarlos en una bandeja para horno previamente engrasada, los separamos y cubrimos con film para que reposen unos 30 minutos más.
- Para terminar, pincelamos la yema de huevo con un poco de leche mezclada previamente.
- Pre-calentamos el horno a 200º C y le damos cocción durante unos 20 minutos aproximadamente o hasta que se doren.
- Una vez listo, lo retiramos del horno y dejamos enfriar los pancitos de leche.
- ¡Ya están cocidos para rellenarlo de los sabores que más nos gusta y listos para servir!
Trucos y Consejos
- La sugerencia es preparar cuantos pancitos salgan, por eso si vemos que van a sobrar, se los puede freezar sin problema. Pero también tengamos en cuenta hacerlo de la manera correcta, se puede volver a descongelar a temperatura ambiente cuando vayamos a consumirlo.
- Otra sencilla recomendación es utilizar la leche entera que le aportara a los pancitos más sabor y obtener una textura más tierna y esponjosa.
- Pero también es importante saber que el aceite ayudará a darle más esponjosidad a los pancitos.