- Llene un recipiente con agua: use agua tibia para llenar un recipiente pequeño. Si tus vasos están muy sucios, puedes agregar una gota de jabón suave para platos para obtener un poder de limpieza adicional.
- Remoja los vasos: Sumerge completamente los vasos en el agua y déjalos reposar durante unos minutos. Esto aflojará las partículas y residuos.
- Limpiar suavemente: Después de remojar, frote suavemente las lentes con los dedos o con un paño suave para eliminar cualquier resto de suciedad.
- Enjuague bien: Enjuague sus vasos con agua corriente para eliminar el jabón o la suciedad suelta.
- Seque adecuadamente: use un paño suave y sin pelusa para secar sus anteojos. Evite el uso de toallas de papel o telas que puedan rayar las lentes.
Conclusión: una rutina refrescante
Incorporar este sencillo método de remojo a su rutina puede mejorar significativamente la claridad y la vida útil de sus anteojos. No sólo es eficaz, sino que también es una forma rentable de mantener sus gafas en óptimas condiciones. Así que la próxima vez que encuentres tus gafas un poco sucias, ¡recuerda que un remojo rápido podría ser la solución!