Cuando empecemos a servir los platos de canelones, debemos introducir uno en la salsa con agua y volver a retirarlo con cuidado, para evitar que se queden pegados.
Otro truco es guardar un recipiente con agua muy fría y sumergir los platos mientras estén cocidos.
Después de retirar los platos, extiéndelos bien sobre un pan de cocina y asegúrate de engrasarlos previamente con un poco de vinagre.
Cuando vamos a refrescar los canelones, sólo colocamos una cucharada de refresco en cada plato. Como somos demasiado jóvenes para inscribirnos, será difícil inscribirnos.
Antes de colocar los canelones en la fuente para hornear, asegúrate de engrasarlos con un poco de nata o vinagre para que no queden pegajosos. También podemos colocar en el fondo un pequeño tapón de salsa de tomate o bechamel.
Por último, coloquemos a los perros al costado del caballo para dejarlos sentarse y que el pliegue del perro quede bajado. De esta forma evitaremos rebozar y desenredar los canelones, teniendo en cuenta que la salsa quede encima de los canelones.
