Recibí un anillo de compromiso falso porque mi futura suegra me dijo que no merecía el anillo real; le enseñé una lección sobre el respeto.

Bella pensativa | Fuente: A mitad del viaje

Bella pensativa | Fuente: A mitad del viaje

David, ajeno a la tormenta que se avecinaba en mi interior, siguió riendo y compartiendo historias con sus hermanos. Me sentí aislado, un extraño en lo que se suponía que sería mi nueva familia. ¿Cómo podía Laura tenerme tan poco respeto? Me pregunté si David sabía lo del anillo falso. Mi corazón se rompió al pensar en ello.

Después de cenar, mientras ayudábamos a recoger la mesa, llevé a David aparte. “¿Sabías que el anillo era falso?”, Le susurré.

Parecía perplejo. “De qué estás hablando ? Mamá me dijo que ha estado en nuestra familia durante generaciones”.

David y Bella | Fuente: A mitad del viaje

David y Bella | Fuente: A mitad del viaje

Me di cuenta de que Laura nos había engañado a los dos, lo que me revolvió el estómago. No quería causar una escena, así que asentí y dejé que la conversación se calmara. Pero por dentro me sentí traicionada. No sólo por el anillo falso, sino también por la falta de respeto de Laura hacia mí. No se trataba del anillo, se trataba de lo que representaba.

Esa noche, mientras David dormía, yo me quedé despierta mirando al techo. El brillo falso del anillo de compromiso se burló de mí desde la mesita de noche. Las palabras de Laura: “No te mereces esto”, me perseguían. Sabía que tenía que hacer algo. No para vengarme, sino para defenderme y demostrar que merecía respeto.

 

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